Carrera militar y política de Horemheb
Horemheb (gran figura a la izquierda), un traductor (centro) y líderes extranjeros derrotados |
Horemheb con el cetro sekhem |
No surgió de la nada
Para la egiptología, Horemheb empieza a ser conocido desde la época de Tutankhamon. Pero resulta que entonces ostentaba ya altísimos cargos. ¿Qué hacía antes?
Obviamente, su posición previa no pudo ser baja. Sus cargos implicaban responsabilidades que nadie hubiera confiado a cualquiera. Y si el faraón Tutankhamon era sólo un niño, no fue el capricho de un niño lo que dio a Horemheb el poder, ya que ese niño estaba ya precisamente bajo la regencia conjunta de Ay y Horemheb.
Parte de la importancia concedida a Horemheb tuvo que ser otorgada por Ay. Pero, ¿y antes de eso? ¿Qué hacía Horemheb antes del reinado de Tutankhamon? ¿Y qué hacía Ay?
El papel clave de Ay
Se sabe que Ay ocupó puestos de la máxima importancia en la corte de Akhenaton, poder que conservó durante los reinados de Smenkh-Ka-Re y Tutankhamon. Fue Ay quien llamó a la corte a Horemheb para dirigir todo el ejército del nuevo rey Tutankhamon y ejercer la regencia sobre éste junto con el propio Ay. También fue Ay quien dio a Horemheb su futura reina, Mut-Nedjemet, y también fue Ay quien, habiendo perdido a su hijo varón Nakht-Min tras la muerte de Tutankhamon, coronó a Horemheb como siguiente faraón.
Por qué no aparece Horemheb en Akhet-Aton
Es abundante el material que muestra la actividad de Ay como alto funcionario y comandante militar en Akhet-Aton. Pero no aparece allí Horemheb, salvo como faraón.
¿Faraón?
Sí, la corte ya se había trasladado a Menfis y Tebas, pero, contra la creencia común, Horemheb no mandó destruir ni abandonar Akhet-Aton, y hasta hubo allí al menos una estatua de Horemheb y otras construcciones suyas en el mismísimo templo de Atón, que, probablemente, hizo constar como suyo, como todos los otros monumentos de reyes amárnicos que no desmanteló del todo. Ello concuerda con la teoría de que incluyó en el suyo los reinados de estos faraones, pues, a lo largo de toda la historia egipcia, casi todos los reyes tomaron para sí monumentos de faraones anteriores, pero siempre dejando algunos con el nombre original.
Como decíamos, no se han hallado pruebas de actividad de Horemheb en Akhet-Aton, salvo ya como rey. Varios autores han pensado que un tal Paatenemheb (Pa-Aten-em-Heb), que comenzó una tumba en Akhet-Aton, sería Horemheb con el nombre cambiado, ya que Paatenemheb era un jefe militar.
No hay pruebas cien por cien seguras de que Horemheb no sea Paatenemheb, pero hay motivos para pensar que es altamente improbable que fuera así. Puede que la actividad de Horemheb no sea conocida hasta la época de Tutankhamon por haber tenido lugar en Akhet-Aton como Paatenemheb (de lo cual no hay pruebas), o porque Horemheb estuviera en Tjaru defendiendo y gobernando la frontera oriental egipcia (de lo cual sí hay pruebas, y que hace, si no imposible, improbable su presencia en Akhet-Aton).
La hipótesis de Pa-Aten-em-Heb
Faltan pruebas que identifiquen a ambos personajes. Además, la hipótesis de que Horemheb es Paatenemheb no tiene en cuenta dos importantes detalles. Uno es que Paatenemheb era probablemente un nombre más común y antiguo de lo que se cree, y el otro es que las funciones de Horemheb en ese tiempo sí son conocidas, y es muy dificil que fueran compatibles con las del general Paatenemheb.
Se ha hallado en Sakkarah, cerca de la tumba de Horemheb, la de un tal Paatenemheb, mayordomo y sacerdote de Ptah, que no era precisamente militar (luego no era Horemheb ni el Paatenemheb de Akhet-Aton). Si un sacerdote egipcio normal, ajeno a la reforma de Akhenaton, pudo llevar ese nombre, también pudieron hacerlo otras personas, vinculadas o no a dicha reforma. Hay que recordar que también Akhenaton pudo ser un nombre muy anterior a Amenhotep IV y sin relación con éste, pudiendo llevarlo algunas personas desde su nacimiento en vez de adoptarlo como el faraón. No se han hallado pruebas de ello, quizá en parte debido a que en la crisis post-amárnica hubo quienes se dedicaron a borrar este nombre en cuanto lo veían, pero no debería resultar chocante hallar algún ejemplo, ya que el Iten o disco solar siempre fue símbolo de las divinidades egipcias, antes y después del reinado de Akhenaton.
Ahora bien, que haya muchos Paatenemheb no implica que el de la tumba de Akhet-Aton no sea Horemheb con el nombre cambiado, igual que encontrar un Akhenaton de la época de Keops o de Userkaf no negaría la reforma de Amenhotep IV. ¿Hay algo que excluya a Horemheb de ser también Paatemenheb?
¿Akhet-Aton o Tjaru?
Ya fuera él mismo o no el Horemheb hijo del marqués Neby, está probado que, antes de acceder al trono, el faraón Horemheb sí fue marqués, como consta en su tumba de Sakkarah. Y no pudo serlo en la época de Tutankhamon o Ay, porque entonces ya era duque o jefe de todo el ejército.
Si Horemheb gobernó un territorio fronterizo y las tropas asignadas a éste, no pudo estar a la vez en Akhet-Aton como jefe de la guardia real. Si Horemheb estuvo en Tjaru como antes había estado Neby, eso tuvo que ser durante el reinado de Akhenaton, quizá desde finales del reinado de Amenhotep III (en corregencia con Akhenaton) hasta la muerte de Smenkh-Ka-Re. No pudo ser antes del reinado de Akhenaton (entonces Horemheb era muy joven) ni después del de Smenkh-Ka-Re (con Tutankhamon, Horemheb era ya jefe de todo el ejército y vivía cerca del faraón, no en la frontera).
La jefatura de todas las fuerzas armadas no se habría otorgado a quien llevara poco tiempo al mando del Camino de Horus. Si Horemheb reunió las condiciones para asumir ese mando, no pudo haber tenido tiempo de residir en Akhet-Aton como Paatemenheb.
Se podría objetar que, en realidad, Akhenaton ya había nombrado jefe de todo el ejército a Paatremeheb, que pudo haber sido marqués algunos años antes. Pero es raro que no se mencione tal cargo en la tumba amárnica de Paatenemheb y sí en la de Horemheb, aunque la primera está sólo comenzada y no llegó a usarse.
Otra cuestión es que Horemheb nunca escondió su devoción a Atón, si bien la expresó al modo tradicional. Nada le habría impedido seguir siendo Paatenemheb bajo Tutankhamon (lo era hasta un sacerdote de Ptah). Pero, por la misma razón, tampoco tenia por qué dejar de ser Horemheb bajo Akhenaton, cuyo jefe de policía, al que Akhenaton recompensó públicamente, se llamaba Amen-em-Heb (Amón en fiesta) Mahu. Ni siquiera el archiadulador Tutu se cambió el nombre, ni tampoco Ay, que amaba sinceramente a Akhenaton. Otros quizá sí lo hicieron, pero nadie les obligó.
Según consta en su tumba menfita, Horemheb estuvo al mando de las tropas del Camino de Horus en Tjaru, desde donde gobernó la marca, o territorio fronterizo, de Palestina. En el origen medieval del término, el príncipe de una marca era un marqués, y un duque, o dux, el jefe de todo un ejército. Estos términos se usan aquí para abreviar los largos títulos egipcios y para mostrar que ciertas funciones militares y políticas ya existían en el antiguo Egipto, aunque tuvieran, obviamente, otros nombres.
Si algunos lectores encuentran anacrónico un término medieval o romano para designar a Horemheb, deberían tener en cuenta que muchos libros de Historia hablan de él como "Generalísimo", acercándolo así al Caudillo de España : un anacronismo aún más acentuado.
Horemheb, Generalísimo por la gracia de Dios y del rey Tutanjamón. Y su famoso Decreto muestra que tuvo que cortar la nariz a muchos Tutanchorizos.
A veces la Historia (y más la historiografía) da risa.
Por cierto, como himno de Cara al Sol, mejor el de la tumba amárnica de Ay, o el igualmente hermoso y menos conocido himno al Atón-Osiris de Horemheb.
Volviendo al tema principal, podemos decir que, de una lista con Horemheb y todos los marqueses posteriores a la Edad Media (Lafayette, Pombal, Sade, Griñón, Iria Flavia, etc.), tan sólo uno sería marqués en el sentido original de la palabra : Horemheb.
Otra cuestión es que Horemheb nunca escondió su devoción a Atón, si bien la expresó al modo tradicional. Nada le habría impedido seguir siendo Paatenemheb bajo Tutankhamon (lo era hasta un sacerdote de Ptah). Pero, por la misma razón, tampoco tenia por qué dejar de ser Horemheb bajo Akhenaton, cuyo jefe de policía, al que Akhenaton recompensó públicamente, se llamaba Amen-em-Heb (Amón en fiesta) Mahu. Ni siquiera el archiadulador Tutu se cambió el nombre, ni tampoco Ay, que amaba sinceramente a Akhenaton. Otros quizá sí lo hicieron, pero nadie les obligó.
¿Marqués?
Los historiadores sabrán perfectamente a qué obedece aquí el empleo de este término, salvo que concedan más importancia a su origen lingüístico (tal palabra nació en tal lengua en tal época) que a su significado.Según consta en su tumba menfita, Horemheb estuvo al mando de las tropas del Camino de Horus en Tjaru, desde donde gobernó la marca, o territorio fronterizo, de Palestina. En el origen medieval del término, el príncipe de una marca era un marqués, y un duque, o dux, el jefe de todo un ejército. Estos términos se usan aquí para abreviar los largos títulos egipcios y para mostrar que ciertas funciones militares y políticas ya existían en el antiguo Egipto, aunque tuvieran, obviamente, otros nombres.
Si algunos lectores encuentran anacrónico un término medieval o romano para designar a Horemheb, deberían tener en cuenta que muchos libros de Historia hablan de él como "Generalísimo", acercándolo así al Caudillo de España : un anacronismo aún más acentuado.
Horemheb, Generalísimo por la gracia de Dios y del rey Tutanjamón. Y su famoso Decreto muestra que tuvo que cortar la nariz a muchos Tutanchorizos.
A veces la Historia (y más la historiografía) da risa.
Por cierto, como himno de Cara al Sol, mejor el de la tumba amárnica de Ay, o el igualmente hermoso y menos conocido himno al Atón-Osiris de Horemheb.
Volviendo al tema principal, podemos decir que, de una lista con Horemheb y todos los marqueses posteriores a la Edad Media (Lafayette, Pombal, Sade, Griñón, Iria Flavia, etc.), tan sólo uno sería marqués en el sentido original de la palabra : Horemheb.
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