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Cabeza de estatua de Akhenaton |
Es harto común leer cosas como "Akhenaton el rey hereje" o "la herejía atoniana", etc. Pero tal atribución implica unos prejuicios que, mezclados con un conocimiento superficial de la religión egipcia, llevan a una visión distorsionada de ésta.
Qué es una herejía
Se conoce como herejía (ver diccionarios y enciclopedias) la opinión religiosa contraria a los principios esenciales de una religión o doctrina establecida, o un error de fe sostenido con pertinacia. Para que pueda hablarse de herejía tiene que haber un cuerpo doctrinal claro del que la opinión herética difiera, y una interpretación literal y obligatoriamente invariable de los textos o tradiciones orales recibidas donde se enuncia la doctrina religiosa, así como una exclusividad respecto a todo otro tipo de religión, que se considera falsa y digna de destrucción.El concepto de herejía es fácilmente aplicable en el marco de las religiones monoteístas todavía en vigor. Estas tienen fundamentos egipcios, tan inopinados como seguros, pero, dejando aparte el monoteísmo, presentan ciertas características que difieren radicalmente de las de la antigua religión egipcia.
Características de la religión faraónica.
La diferenciación entre politeísmo y monoteísmo no es lo más importante en este caso. Podría darse un politeísmo exclusivista, que exigiera adorar sólo a unos dioses determinados y sólo de una manera según unas tradiciones recibidas e invariables, interpretadas literalmente. No faltan en el mundo cultos tribales de este tipo, pero, como se verá, esto no ocurría en la religión egipcia, salvo quizá en pequeños grupos sectarios o, en gran escala, cuando facciones políticas en conflicto usaban la religión como bandera de guerra (Horus contra Seth, etc.). También podría darse un monoteísmo que no exigiera conversiones forzosas y que tolerase otras religiones como otras formas, quizá inferiores pero no malvadas, de adorar lo mismo, sin estar sujeto a una interpretación literal y obligatoriamente invariable. Tal monoteísmo pudo ser el de Akhenaton, pero sólo porque surgió de la religión faraónica con las características propias de ésta.El aparente politeísmo de los antiguos egipcios se deriva de la unificación política del territorio, que conllevó la unión de los múltiples cultos locales. Tal unión produjo el aparente ejército de divinidades que se desprende de los textos egipcios. Pero el establecimiento de los grandes centros de culto por parte de los faraones llevó al clero favorecido por éstos a una especulación teológica que identificaba unos dioses con otros o los vinculaba en familias (la Enéda, la Ogdóada, etc.), de manera que los cultos locales convergieron a la unidad, que culmina en el atonismo. De hecho, el atonismo sólo fue un intento de llevar a la práctica lo que ya subyacía como doctrina desde hacía milenios : Atón engendró a todos los otros dioses; Atón se llama también Thot y Ptah; Atón o Ra es tan inabarcable en su poder y sabiduría que hay que llamarlo Amón (Oculto), ya que su infinitud lo oculta al entendimiento humano, etc. Según el clero de los grandes templos fue especulando, todos los dioses de los cultos locales deben ser adorados porque todos son Atón : "tres dioses son todos los dioses, Amón, Ra, Ptah", y estos tres son uno. Cada divinidad expresa una cualidad o atributo de Atón o es un ser engendrado por él. Incluso se incorporaron divinidades extranjeras (Anat, Baal, Astarté, etc.), llegando a atribuirles vínculos familiares con los dioses egipcios, lo cual llevaba a concluir que las religiones extranjeras son otras tantas formas de culto a Atón.
Al subir al trono Amenhotep IV, el monoteísmo polimorfista era ya una realidad doctrinal en la religión egipcia. Lo que hizo Akhenaton fue tratar de sustituir ese polimorfismo por un culto uniforme que expresara lo que el rey entendía como la esencia subyacente, el corazón o núcleo original de la religión egipcia, sin caer en la cuenta de que esto sólo era así para el clero y las élites intelectuales, no para el pueblo, realmente politeísta e incapaz en su mayoría de ver la unidad doctrinal tras el polimorfismo de cultos, nombres e imaginerías (lo cual fue una de las raíces del fracaso de Akhenaton).
El atonismo de Akhenaton consistió en adoptar como forma única para Atón el Aten o disco solar, porque el otro atonismo, el del Atón de Iunu (Atum), que Akhenaton también profesaba, ya estaba ahí, aunque bajo una forma eminentemente amoniana sin dejar el polimorfismo.
Por qué no se trata de herejía
Dado que la antigua religión egipcia incluso incorporaba deidades extranjeras, está muy lejos de la exclusividad obligatoria de los monoteísmos posteriores. Aunque hay muchos textos religiosos egipcios, ninguno es de obligada interpretación literal en lo referente a doctrinas; el pensamiento egipcio era muy dado a metáforas y alegorías, y tendía siempre a hallar nuevos vínculos entre conceptos distintos. Tanto es así que coexistían varios relatos distintos sobre la creación del mundo, aparentemente protagonizados por dioses distintos (Atón en Heliópolis, Ptah en Menfis, Thot en Hermópolis, etc.), aunque luego los sacerdotes de tales divinidades afirmaron que todas eran el mismo Dios con distintos nombres y formas. De Amón se decía que era Asha Renu, "El de los muchos nombres", ya que tenía el poder de manifestarse de infinitas formas. Es muy difícil, pues, si no imposible, que pudiera darse una herejía en el contexto de la religión faraónica.En cuanto al monoteísmo de Akhenaton, no puede decirse que fuera una herejía desde el momento en que toda la teología egipcia convergía a la unidad, por más que se hubiera originado de los cultos locales separados predinásticos. El error de Akhenaton fue tratar de imponer la uniformidad a la unidad ya existente, y fue un error porque esa unidad dependía, en la práctica, del polimorfismo de cultos, tradiciones, nombres e imágens. El pueblo soportaba la unidad sólo a cambio de expresarla a su manera, cada cual desde su tradición heredada.
Se trató, pues, de un error político, no teológico-doctrinal. Un error fruto de la exigencia de absoluta coherencia lógica, propia de una mente superdotada pero con escaso contacto con la realidad social del pueblo, y quizá manipulada por personas cuyos intereses se veían favorecidos por el fracaso de Akhenaton.
Para comprobar el grado de unidad bajo la apariencia de un politeismo contradictorio, se pueden ver los himnos a Amón de las dinastías XVIII-XIX, como el del papiro Boulaq 17, o el de Suty y Hor (estela en el Museo Británico).
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